Decreto

Es viernes pero no cualquier viernes.
Hace apenas un par de días que fui víctima de los festejos del día del amor y la amistad.

Lo intenté pero fue inútil, no pude escapar de tan melosa ocasión.
Asistentes, ejecutivas —y uno que otro homosexual— comparecieron ante mi con la esperanza de robar unas palabras afectuosas, tal vez un abrazo y las más osadas hasta un beso.

Para las dos niñas consentidas reservé lo mejor de mi tiempo y arsenal físico y déjame decirte que la campaña fue todo un éxito.

Entonces te preguntarás, ¿Cual es el problema?
Pues bien, te lo diré sin rodeos. Después de tan épica batalla, me he quedado sin balas.

¿ Te lo explico con muñequitos ?

Por lo tanto, he decretado abstinencia sexual durante los próximos dos días. Esto es, todo el viernes y todo el sábado, tiempo más que suficiente para que se regeneren mis soldaditos y de paso descanse mi próstata.

Es cruel pero deberás reponerte.

Y no llores, o te mando al final de la lista.