jueves, septiembre 14, 2006

Décimo misterio

Mano divina…

Desde estas alturas apenas se ve el piso.

En días soleados se alcanza a percibir una especie de sombra en movimiento. Lo mas parecido sería una clase de liquen o musgo diminuto, similar al humo tenue a ras del suelo.

Algunas veces, a mis hijos les intriga el movimiento de tan espectral masa y le dedican uno o dos segundos extra de atención.

Y es justo en esos días que sentiste que eras observado, que por un momento fuiste especial, casi único entre tus hermanos.

Sólo por un instante.


He abierto tus ojos.

Se te ha revelado el décimo misterio.

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