lunes, marzo 27, 2006

Veraniego

Brrrrr

Con el tremendo calor de la temporada, lo más natural era disfrutar de la frescura que aquellas aguas prometían.

No lo pensé dos veces y de inmediato salté buscando escapar del horno.

Lo que sigue ocurrió en milésimas de segundo.

Se escuchó un sonido como el del metal candente entrando al agua fría.

Posteriormente sentí cómo se erizaban los cabellos en mi cráneo, después los vellos de la espalda y las piernas.

Finalmente sentí cómo se comprimían mi pecho y los genitales.

Ahí supe que el agua estaba helada.


Todavía estoy buscando mi pene.

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