lunes, enero 16, 2006

Vulgarcito

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Una vez cada tres o cuatro años se me antoja olvidarme de Barbie y conseguirme una sucia zorra tonta.

No importa que tenga voz chillona, que no sepa de política ni economía o que no domine varios idiomas. En pocas palabras, no importa que no tenga cerebro. Lo único importante es que sea mujer, obviamente.

Debe tener un cuerpazo, cara de adivíname la profesión, senos imposiblemente enormes, que vista con ropa totalmente inadecuada, maquillaje en exceso y unos tacones con los que no se pueda caminar.

Su interés por el dinero deberá ser evidente al igual que su mal gusto.

Te diría las cosas que para ella he planeado, todas sucias en verdad, para después pagarle, dejarla botada en cualquier lugar y olvidar que alguna vez la conocí.

Pero sabes que no soy así y que nunca lo haría. Eso sería perder el estilo.

Aunque pensándolo bien, no estaría nada mal...

Claro, con fines meramente didácticos.

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