lunes, diciembre 05, 2005

Arena

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Llega la época del año en que se vuelve posible huir de todo y todos con el pretexto de celebrar.

Es cuando inician los planes, los dilemas y obviamente los gastos.

Debo encontrar un sitio capaz de resistir los embates de unos niños energéticos y unos adultos todavía peores.

Obviamente no puede ser un lugar que haya sido destruido con anterioridad por algún fenómeno natural. No hay lugar que resista a mi familia y un tsunami juntos.

Estoy considerando muy seriamente la posibilidad de hallar un paraíso irresistible, juntar a toda la familia —suegros incluidos— y mandarlos a todos a disfrutar por lo menos unas dos semanas.

Posteriormente me recluiré y dedicaré mis esfuerzos a la meditación o algo que me distraiga. Después de todo, son vacaciones.

Escribo los detalles de esta la opción, la número tres. Comienzo a imaginar la cuarta, y la quinta.... quedan muchas otras a considerar. Tan poco tiempo y tantas cosas por hacer.

Todavía piensas que tu vida es difícil ?

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