Sinodal

Tengo dos noticias para ti. Como siempre, una es buena y la otra mala.

Para ahora ya estarás enterado de lo mala que es tu mujer en la cama. Cero habilidades, ningún truco, absolutamente nada que presumir.

Lo se porque ella me rogó que le aplicara un examen para conocer sus habilidades.

Esa es la buena noticia. Ahora que ha estado conmigo vuelve a ti más valiosa que antes.

Le di varios consejos pero siendo honesto, tu pareja carece de potencial y lo más seguro es que termines tus días sin conocer otra posición que la del misionero.

Pobre de ti.


Cierto... casi lo olvido.

La mala noticia es que tu mujer me hizo perder tiempo que bien pude haber aprovechado hurgando mi nariz.

Me debes un favor. Por los condones no te preocupes, esos los pago yo.

Sigo sin entender por qué soy tan amable contigo.