Justicia divina II

Como cada año, en estas fechas llegan a mi mente recuerdos que me obligan a pensar en la gente inútil.

Personas sin capacidades, sin futuro y sin otra función que ocupar espacio físico, pero que de alguna manera engañaron al destino para obtener el milagro de la vida, misma que ahora desperdician.

Van por el mundo quejándose de todo, auto-compadeciéndose y criticando, miran la vida pasar sentados en su propio excremento.

Por estos días, mi hijo estaría por cumplir años. El si merecía vivir, estoy seguro de que hubiera logrado cosas grandiosas.

No puedo regresar el tiempo pero al menos me queda el consuelo de verte caer al abismo.

Es lo menos que mereces.