lunes, agosto 15, 2005

Nada es para tanto

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Las tragedias no siempre lo son tanto, hay cosas que pudieran parecer graves —de hecho casi siempre lo son— que finalmente resultan necesarias. Por ejemplo la muerte es simplemente la culminación de nacer, la tristeza es la continuación de la felicidad y así sucesivamente.

Lentamente aprenderás que sin importar lo mucho que te esfuerces, siempre te verás en la necesidad de elegir entre tristeza, desgracia o soledad.

Y es que no puedes tenerlo todo en la vida, si acaso tu vida misma y eso en abonos, pues la escritura me pertenece.

No puedo contarte todos los detalles por más que anheles conocer la verdad, que por una parte no podrías manejar y por la otra no podrías reconocer ni aunque te mordiera.

Pero confía en mi;  después de un tiempo aprenderás que nada es tan grave que resulte imposible de superar.

Claro, a menos que se te caiga el pene.

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