miércoles, julio 27, 2005

Simbiosis

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Tantos recuerdos en los que inexorablemente aparece siempre la misma persona.

En las buenas y en las malas, en la victoria o la derrota siempre ha estado ahí para consolarme, darme ánimos, felicitarme, ofrecer consejos o compartir el fracaso.

Por eso ahora extiendo un reconocimiento público para agradecer ese apoyo incondicional recibido a lo largo de tantos años, pues sin esa ayuda definitivamente nunca hubiera llegado hasta donde estoy.

Feliz cumpleaños a mi, pues sin mi nada de esto sería posible.

Olvidé mencionar que sin mi estaría muerto... o algo así.

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