lunes, julio 11, 2005

Mantra

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Me encanta lo que hago pues gracias al trabajo duro es que ahora puedo disfrutar de tantas comodidades, pero sin importar cuanto me esfuerce y a cuantos enemigos les haga la vida difícil para abrirme paso, siempre habrá un obstáculo al que de un modo u otro siempre hallaré la forma de perdonar.

Así es, yo que no acepto pretextos he inventado varios para dejarme invadir por el enemigo público No. 1

La pereza

Y es que después de evaluar la situación, resulta evidente que parte de la felicidad no radica solamente en las cosas que haces, también en las cosas que no haces y es todavía mejor cuando no las haces por estar descansando.

Hay contadas ocasiones en las que no queda más remedio que sentarte acompañado de algunas bebidas heladas y meditar en todas las cosas productivas que podrías estar haciendo en ese momento.

Acto seguido dar uno o dos tragos para seguir reflexionando y así sucesivamente hasta que se termine la bebida, la botana o el día, lo que ocurra primero.

Con suerte uno de esos días podrías hallar la iluminación y hasta convertirte en un santo.

Uno nunca sabe.

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