Helado Oscuro

Posiblemente no le advirtieron o tal vez nadie se lo esperaba.

El es así de espontáneo. Tiene una chispa difícil de superar que tal vez sólo se equipara a su monumental grado de estupidez.

Y es que aquellos que forman parte del lado oscuro difícilmente dejan pasar cualquier oportunidad para quejarse de los agravios.

De hecho no importa la ocasión, pues en cualquier parte de Estados Unidos, siempre serán los más escandalosos, los que más se quejan, los que más tiempo dediquen a hablar de las injusticias del pasado y en contadas ocasiones, —según cuenta la leyenda— hasta se les ha visto trabajar.

Así es la vida en el lado oscuro, desconfianza, resentimiento, ira y obviamente mucho tiempo libre, sin olvidar una generosa dotación de mothafuckas a discreción.

Por eso resulta doblemente lamentable que Vicente Fox olvidara que en la era de la comunicación, hasta los negros tienen derechos.